domingo, 18 de julio de 2010

En el Día del pollo a la brasa...

Uno de nuestros mayores orgullos gastronómicos es el pollo a la brasa que ya ha traspasado fronteras hace mucho pues no es para menos porque es extraordinariamente exquisito. Hoy es el dia del pollo a la brasa y compartiré m¡ anécdota.

Casi siempre recuerdo con gracia una vez que fuimos a comer pollo a la brasa con unas amigas.

M mi loca amiga de siempre decidió llevarnos a comera B y a mi, entonces ella me pregunta que quiero comer y yo le digo lo mismo de siempre "lo que tu escoges yo también"pues ella invitaba y me daba verguenza decir quiero chifa!-mi debilidad- Creo que ella me conoce y dijo chifa pero sabía que ella quería pollo o creo que en realidad ella queria comer las dos cosas. Al final mientras sacábamos plata del banco ella tenía la idea de llevar el chifa a la pollería. Obvio que no se lo permitimos y decidimos por el pollo pues al final era también delicioso.

Entramos, saludamos y ordenamos. Inmediatamente M empezó hablar concentrando toda mi atención. Ella me sorprende , es tandiferente, loca, linda y divertida que siempre tiene algo loco que contar y este era uno de ellos.

M contaba algo tan lcoco que le sucedió cuando fue al concierto de Iron Maiden. Talvez si no hubiera tenido un final felíz hubiera llorado con ella ahí mismo y cuando mis lágrimas estaban a punto de salir, la historia iba dando un giro casi digna de una escena cinematográfica. Fue increíble lo que le pasó.

Deborábamos el pollo como todo el mundo, creo que no hay alguen a quien no le guste pero la conversación estaba tan entretenida que perdimos la noción del tiempo. Miré el reloj y ya era tarde. Nos levantamos y M no dejaba de hablar, hablaba y hablaba. Antes de salir nos despedimos y agradecimos a los que nos habían atendido.

Salimos con tranquilidad como quien sale de su casa y M seguía hablando y haciendonos reir de rato ne rato. Avanzamos algunas cuadras y se encontr ócon una amiga y contnuamos el camino junto a ella. Garcias a Dios pasó su carro porque...cuando ya habíamos avanzado demasiado una una moto se detiene a nuestro lado-me asusté pensé que era un sicario colombiano-y nos grita:
"señoritas ! no han pagado! M abrió los ojos más grandes de los que tiene y respondió que iríamos a pagar.

En aquel momento me invadió un ataque de risa ya que no podía creer que nos habíamos salido sin pagarny más aún recordaba la lentitud de nuestros pasos cuando nos fuimos como si nada hubiera pasado. Hasta qué punto estuvimos distraídas las tres que ninguna se dio cuenta.

Cuando regresamos M no quería entrar a la pollería. Me sorpendía, ella que era tan fresca como siempre lo demostraba., a la que no le importaba nada, esta vez sentia verguenza y le mandaba a B a pagar.

B se resisitía hacerlo entonces fui yo y me dije el que nada debe nada teme. Cuando estaba en el mostrador sentí que todos los ojos de los empleados estaban sobre mi y fue justo ahí cuando casi me caigo de la verguenza. Balbuceé una incoherencia tratando de justificar el atrevimiento nuestro pero ni yo misma me entendí.

Salí de la pollería con la cara ardiente y ellas me miraban expectantes preguntandome que me habían dicho. Continuamos nuestro camino riéndonos de lo que nos había pasado y ojalá que nunca más nos pase y si nos pasa que no nos atrapen.

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