domingo, 27 de abril de 2008

Ascenso o el descenso? (3)

Ya era la hora de salir corriendo en busca de Madai. La chica loca que se había ido al Cuzco y que ya todas estábamos extrañando. Como dice Salomé, la del poder del convencimiento, la chica que podría ser una buena vendedora o la que muchos confunden por la porquería de emo, como dice ella. Recibimos su llamada un día anterior y nos pidió que la fuéramos a recoger justamente a las 2 de la tarde. Por ahí se me había ocurrido salir antes que acabe la hora de redacción y ya casi lo tenía decidido. Y como siempre para mi seria imposible hacer algo así, esas clases son para no perdérselas por nada. No lo hice.
Estaba lista para salir cuando de pronto el director de mi periódico dijo: ¡“Los de mi periódico se quedan”!.
No puede ser. Estábamos con la hora. Ya me estaba imaginando a Madai con su maletita sin nadie que la recibiera. Finalmente pedí que hablen rápido y al parecer todo el alboroto era por mí. Me querían ascender. De jefa de Deportes pasé a jefa de redacción. Según mi profesor ahí voy a aprender más, aunque a mi no me parece ya que en la calle yo estaba buscando mis noticias y las redactaba. El periodista aprende en la calle. Ahora soy la jefa de redacción, la seudo profesora que va a “corregir” las redacciones de todos. Ojalá lo haga bien.
Llegamos a la agencia que estaba cerca al estadio Nacional. Realmente ese estadio ya parecía mi casa por que nuevamente nos acercamos por ahí a preguntar si había más entradas. No quedaba una según ellos, felizmente ya teníamos las nuestras y la acción solidaria de conseguir una, para uno de nuestros amigos, se fue en una. Por fin al día siguiente veríamos en el estadio nacional a Miguel Angel cornejo. Sin duda ese lugar ya parecía mi casa, toda la semana rondé por allí.
Regresamos al Terminal y nos sentamos a esperar, estuvimos un rato conversando de viajes y más viajes y el del que pensamos hacer todas a mitad de año. Si es que se puede. De pronto fue Salomé quien la vio. Ahí estaba ella con su sonrisa de oreja a oreja y su enorme maletín. Nos emocionamos tanto las tres, como si nos viéramos después de un año. Ella estaba contenta, feliz de regresar a Lima que asegura que extrañaba mucho y todo el camino a su casa nos enseñaba sus fotos, videos y su pan.
Teníamos hambre y la loca de Madai preparó comida japonesa en poco tiempo. Un plato que se llamaba Karee o no sé como diablos se escribe. Estaba rico aunque por ratos sentía un sabor extraño.
Conversamos toda la tarde un sinfín de cosas locas, hasta a llegar a la conclusión de que el sábado se haría una piyamada en esa casa. Qué se podía esperar si teníamos de vuelta a la locura.

2 comentarios:

Sei dijo...

tu eres muy buena redactora
jejeje que viva la jefa Cynthia!!
oe ya paguen pues!!
mucha chamba :P

Sei dijo...

tu eres muy buena redactora
jejeje que viva la jefa Cynthia!!
oe ya paguen pues!!
mucha chamba :P