Hasta el amanecer

He vivido conciertos increíbles, espectaculares, vibrantes,candentes, como el de Kiss por ejemplo o tal vez Soda Stereo pero lo que he vivido el 25 de marzo muy de noche fue la experiencia más emocionante que he sentido en mucho tiempo.

Jueves por la mañana abro los ojos y lo primero que recuerdo es el concierto.Sonrío y tengo una sensación de ansiedad y me digo que faltan horas de cumplir un sueño en mi vida. No es fácil cumplir sueños. Lo más loco de todo es que a pocos se le presenta la oportunidad de ver a la banda que tanto has amado o amas pues pocos tienen la suerte que tuve yo, la suerte tuvimos los casi 30 mil que estuvimos ese día en la explanada del Monumental.

A pesar que llegué muy temprano no llegué estar en la baranda como quería y tan solo en ese momento me limité a tomarme fotos con un amigo con quien me econcotré ahí. Los dos estabamos impacientes de ver por primera vez a la banda de siempre. Comentábamos que en otros países se habían demorado mucho en salir y eso ocasionó la furia de los fans que el tiraron botellas a Axl.

Las horas iban pasando y los teloneros iban y venían pero el grupo nada. A las 11 d ela noche terminó de tocar Sebastian Bach-buen grupo- y no pensé esperar una hora y media para por fin verlos en escena.

Estaba muerta- estábamos todos muertos- la gente gritaba aguaaa!! las piernas ya estaban que temblaban de dolor, mi cuerpo se iba de un lado a otro, me faltaba el aire y tan solo miraba al cielo y así poder respirar. De tanto que la gente pedía agua Dios mandó una lluvia con gotas grandes- a pedido del público- pero tan solo duró unos cuantos minutos y el caos reinó otra vez. La gente estaba desesperada y empezaron los insultos para Axl , aclamando su salida de una vez por todas antes de que desfallezcamos.

De pronto eran las 12:45 de la noche cuando una explosión se oyó acompañadas de luces y el encendido de las pantallas gigantes.- que en un inicio me salvó la visión-y por fin la primera canción de la noche "“Chinese democracy" como no podía faltar el peruano copión le tiró una botella a Axl-que no le cayó-como pasó en Brasil y Argentina, de manera que Axl detuvo la musica y habló muy molesto pero la buena música hizo olvidar los momentos amargos y ya desde la segunda canción- mejor en español - "Bienvenidos a la jugla" el público explotó y saltamos como locos sin importar el dolor.

Axl Roses -mi ídolo cuando era pequeña-se presentó luciendo un sombrero de cuero marrón con una chacana de cuero naranja incrustada. Supe que le gusta el Perú y lo que llebaba era uno de las artesanías que compró en el hotel Marriot. Axl no me decepcionó, él salió enstusiasmado con mucha fuerza y potencia y con gran dominio en escena y eso es muy difícil de quitar pero la voz evidentemente no era la misma de antes, definitivamente haberse exigido y llegado a notas increíbles en su juventud ahora le estaba pasando factura. A pesar de ello la vehemencia que mostró y el esfuerzo que hizo en cada canción para mostrar lo que siempre dio me llenó de emoción y en que cada instante recordaba lo afortunada que era de ver a mi banda de toda la vida. En muchos momentos estaba al borde del llanto y ni yo sabía cual sería la canción que lograría tal hazaña en mi, hasta que sucedió.

Todas las canciones fueron emcionates y claro que hubo algunas donde la gente se loqueó y me incluyo como "Sweet Child O’ Mine"- que me proyectan etapas de mi vida- o "Knockin’ On Heaven’s Door", o cuando todo el mundo se descontroló o cuando cerró con "Paradise City", pero cuando imnterpretó "November rain"mi corazón dio un vuelco y mis recuerdos afloraron, de toda una vida desde muy chica que fui fan de esta banda, la mejor de todas. Mis lágrimas enjugaron mi rostro de modo incontrolable y no había cuando parar. Era increíble para mi poder estar viéndolos. Por obra de Dios ya hacían varias canciones que los pude ver, era como si se me hubiera abierto paso. Todos pugnaban por un espacio pero ahí estaba ese lado y yo vi todo. Me hubiera encantado estar adelante pero a veces la situación no se da como uno quiere, pero algún dia no me privaré de nada. Pero los vi !y soy feliz.

Hay tanto por contar...como cuando tocaron el himno nacional y casi me caigo de encanto y muchas otras cosas que sucedió, pero el post nunca acabará. El concierto finalizó a las 3 de la mañana y cómo llegué a mi casa es motivo de otro post. Un poco más y llego arrastrándome de cansancio pero feliz y con la motivación de que los sueños si se cumplen y por lo menos a mi ya se me hizo uno realidad.