Todo sea por Sugar, todo sea por J

Nunca fui al teatro un domingo porque no me parece un gran día pero lo hacía por mi amiga J. Aunque siendo sincera talvez porque esperaba menos de unos novatos. Pero mis ganas por darle mi apoyo podía más. Todo por ella. Ella es la chica que admiro por que es grandiosa, es humilde, sincera-aunque veces abusa- cuando me dice que tengo el corte de pelo muy raro o cosas así.

Pero es genial porque más allá de algunas de sus virtudes hay una que me parece alucinante y la quiero mucho cada vez que me cuenta sus azañas. Ama los animales y los rescata del abandono, los cura. Yo la admiro por eso y ella solo rie mientras la abrazo y le digo: "tú eres buena, me gustaría ser como tú y también ayudar".

No podía dejar de ver su actuación en esa obra de la que tanto me había hablado, de la que habíamos repasado cuando tenía en manos el libreto. La historia era alucinante y si bien lo imaginaba gracioso pues sobrepasó mis expectativas. Fue maravilloso y me divertí tanto con esta obra. Sugar.

Esta es una comedia musical basada en la cinta estadounidense Una Eva y dos Adanes, por Marilyn Monroe, Tony Curtis y Jack Lemmon, en los años cincuenta. La historia gira en torno al drama de dos varones que se ven obligados a vestirse de mujeres para salvar su vida, contratándose en una orquesta femenina, debido a que son testigos de un asesinato. Ellos serán perseguidos por los delincuentes lo cual genera momentos angustiosos para ellos pero a la vez divertidos.

A pesar de ver la cara de culpable de mi a veces tierna e inmadura amiga P , estaba con B y G la pasé genial. Aún estoy soprendida del talento de los muchachos y obviamente de J que se lució. Todavía estoy emocionada y espero verla de nuevo pues fue una experiencia alucinante ver a mi amiga en el lugar donde siempre admiré a otros actores de los que siempre suelo ver en los teatros. Definitivamente la aluciné.

Sus compañeros fueron increíbles y no podía creer que fueran actores principiantes, pues mostraban tanto talento y las carcajadas eran fortísimas que creo que hasta lloré, aunque ya ni sabía si la causa era el humo o la risa.

Estoy segura que esto se repetirá aunque tenga que esperar muchos meses para verla de nuevo en escena, mientras tanto haré lo posible por ir al teatro porque siento que me llama y la vida se acaba. Es otra pasión.